Macarrones Gratinados: El Placer Cremoso y Dorado que Todos Aman 🧀🍝🔥
1. Introducción
Los macarrones gratinados son ese plato reconfortante que nunca falla, ideal para disfrutar en familia o para sorprender a tus invitados con un clásico lleno de sabor. Esta versión de la receta de macarrones gratinados combina la textura perfecta de la pasta al dente con la suavidad de una bechamel casera y ese irresistible toque crujiente que solo el queso gratinado puede ofrecer. Si te encantan los platos de pasta cremosa como nuestra pasta cremosa con pollo, esta preparación te va a fascinar.
2. Ingredientes
Para preparar esta deliciosa receta de macarrones gratinados para 4-6 personas, necesitarás los siguientes ingredientes frescos y de calidad:
400 g de macarrones (puedes sustituir por otra pasta corta si lo prefieres)
100 g de mantequilla sin sal (para una versión más ligera prueba con mantequilla light)
100 g de harina de trigo (o harina sin gluten si necesitas adaptar la receta)
1 litro de leche entera (la leche entera da mejor textura pero puedes usar semi)
200 g de queso cheddar rallado (el ingrediente estrella para el gratinado perfecto)
100 g de queso parmesano rallado (para ese toque italiano auténtico)
Sal marina y pimienta negra recién molida al gusto
Una pizca generosa de nuez moscada (el secreto para una bechamel perfecta)
Si te gustan los platos con queso, no dejes de probar nuestros pimientos rellenos de arroz que también llevan una deliciosa capa gratinada.
3. Paso a Paso Detallado
Paso 1: Cocinar los macarrones al punto perfecto
En una olla grande con abundante agua (calcula 1 litro por cada 100g de pasta), añade un buen puñado de sal gruesa y lleva a ebullición. Cuando el agua hierva con fuerza, incorpora los macarrones y remueve ocasionalmente para que no se peguen. Cocínalos 1 minuto menos de lo indicado en el paquete, ya que terminarán de cocerse en el horno. Escúrrelos y si no los vas a usar inmediatamente, añade un chorrito de aceite para evitar que se apelmacen.
Paso 2: Elaborar una bechamel perfecta
En una cacerola antiadherente a fuego medio-bajo, derrite la mantequilla con cuidado de que no se queme. Cuando esté completamente líquida, añade la harina de golpe y remueve enérgicamente con unas varillas hasta formar un roux (la mezcla de mantequilla y harina). Cocínalo durante 2-3 minutos removiendo constantemente para que pierda el sabor a crudo pero sin que tome color. Este paso es crucial para evitar que la salsa tenga sabor a harina cruda.
Comienza a añadir la leche templada (no fría) poco a poco, vertiendo primero un chorrito y batiendo bien hasta integrar completamente antes de añadir más. Cuando hayas incorporado toda la leche, sube el fuego a medio y sigue removiendo constantemente con las varillas hasta que la salsa espese lo suficiente como para cubrir el dorso de una cuchara. Sazona con sal, pimienta y esa pizca de nuez moscada que hará toda la diferencia.
En un bol grande (o directamente en la cacerola si es lo suficientemente grande), vierte los macarrones escurridos y añade la bechamel caliente. Mezcla con cuidado pero con energía hasta que todos los macarrones queden bien impregnados de salsa. Incorpora entonces la mitad del queso cheddar (reserva el resto para el gratinado final) y mezcla nuevamente. Prueba y rectifica de sal si es necesario.
Para una versión más completa, puedes añadir en este punto jamón cocido en dados, trozos de pollo asado como en nuestra receta de pollo adobado, o incluso unas lonchas de bacon crujiente.
Paso 4: El toque final en el horno
Precalienta el horno a 200°C (180°C si es horno ventilado) mientras preparas la fuente para gratinar. Engrasa ligeramente un recipiente refractario o una fuente de horno y vierte la mezcla de macarrones con bechamel. Espolvorea por encima el resto del queso cheddar y el parmesano rallado, distribuyéndolo uniformemente para conseguir ese efecto dorado perfecto en toda la superficie.
Hornea durante 15-20 minutos, o hasta que observes que el queso está completamente fundido y con ese tono dorado tan apetecible. Si quieres un gratinado más intenso, puedes poner el horno en función grill durante los últimos 2-3 minutos, pero vigilando constantemente para que no se queme.
¿Puedo prepararlos con antelación?
Sí, puedes hacer todo el proceso excepto el gratinado final. Guárdalos en la nevera y hornea justo antes de servir.
¿Qué puedo usar si no tengo queso parmesano?
Puedes sustituirlo por pecorino romano o simplemente usar más queso cheddar. El parmesano da un toque especial pero no es imprescindible.
¿Cómo evitar que la bechamel quede grumosa?
Claves: leche templada, añadir poco a poco y remover constantemente con varillas. Si salen grumos, puedes pasar la salsa por un colador fino.
¿Se puede hacer en microondas?
Para el gratinado final no es lo ideal, pero puedes preparar la bechamel en microondas removiendo cada 30 segundos.
9. Conclusión
Esta receta de macarrones gratinados es mucho más que un simple plato de pasta: es una experiencia culinaria que combina texturas cremosas, sabores intensos y ese toque crujiente que lo hace irresistible. Perfecto para una cena especial, para sorprender a invitados o simplemente para darte un capricho gastronómico en casa.
Si te ha gustado esta receta italiana, no dejes de probar nuestra auténtica paella española para completar tu recorrido por la cocina mediterránea. ¡Y no olvides compartir tus fotos de macarrones gratinados con nosotros!
¿Listo para disfrutar de este plato reconfortante? ¡Ponte el delantal y a cocinar! 👩🍳👨🍳
Los macarrones gratinados son un clásico de la cocina reconfortante que combina la suavidad de la pasta con la cremosidad de la salsa bechamel y el irresistible toque dorado del queso gratinado. Perfectos para una cena familiar o para impresionar a tus invitados, estos macarrones son sinónimo de sabor y tradición.
Ingredients
Scale
400 g de macarrones
100 g de mantequilla
100 g de harina
1 litro de leche
200 g de queso cheddar rallado
100 g de queso parmesano rallado
Sal y pimienta al gusto
Una pizca de nuez moscada
Instructions
En una olla grande, hierve agua con sal y cocina los macarrones según las instrucciones del paquete hasta que estén al dente. Escúrrelos y reserva.
En una sartén, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la harina y mezcla bien hasta formar una pasta. Cocina durante 2 minutos sin dejar de remover. Agrega la leche poco a poco, batiendo constantemente para evitar grumos. Cocina hasta que la salsa espese. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada.
En un bol grande, mezcla los macarrones cocidos con la salsa bechamel hasta que estén bien cubiertos. Añade la mitad del queso cheddar y mezcla nuevamente.
Vierte la mezcla en una fuente para horno y espolvorea el resto del queso cheddar y el queso parmesano por encima. Hornea a 200°C durante 15-20 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
Notes
Para darle un toque diferente, añade trozos de jamón, champiñones o espinacas.
Experimenta con diferentes tipos de queso como mozzarella o gouda.
Puedes guardar los macarrones gratinados en el refrigerador hasta por 3 días.
Para recalentar, colócalos en el horno a 180°C durante 10-15 minutos o en el microondas durante 2-3 minutos.
Prep Time:15 minutos
Cook Time:30 minutos
Nutrition
Serving Size:1 porción
Calories:450 kcal Kcal
Sugar:8 g
Sodium:500 mg
Fat:18 g
Saturated Fat:10 g
Unsaturated Fat:5 g
Trans Fat:0 g
Carbohydrates:50 g
Fiber:3 g
Protein:20 g
Cholesterol:45 mg
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